Querido hombre, ¿tanto tiempo has pérdido colgado en la luna? sin darte cuenta que luego ibas a morir, rogar por ella. Creo que el tren se te paso, te olvidaste de dar el paso, te olvidaste de abrir los ojos y mirar lo que tenías en frente. -¡Que horribleee perder el buque que te lleva a la felicidad!
He seguido cada paso que ella te siguio, pegadito a tu talón como calcomanía en el vidrio -difícil de despegar-. ¿Y vos qué? Nada, ciego sin darte cuenta que brotaba el amor al lado tuyo, que era la mujer de tu vida. Y ahora estás queriendote cortar un huevo por ella, haciendo de todo por tenerla. Otras relaciones te ayudan a pasar el mal trago de no poder tenerla, que al final va a ser en vano. Nada igualará a lo que es ella, yo lo sé. Vendes amor trucho por otros corazones. Y querés tener el corazón más preciado de la dama. Como ya ves.... es tarde. Tarde te diste cuenta, tarde te enamoraste.
Ella un sus viejos tiempos moría porque la miraras aunque sea un poquito y vos nada...
Tendrás que remarla y remarla ¿No? Vamos, no es tan difícil. Sólo tienes que hacerlo con frecuencias si no quieres que el tren siga de largo y no subas en él...
21 de enero de 2010
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